Muchas personas hablan de que tienen el hábito de fumar y por lo tanto se confunden porque el tabaco no es un hábito sino una adicción.
Aquí te explicamos cuál es la diferencia entre un hábito y una adicción, así como cuáles son las consecuencias para nuestra salud de unos y otros.
En qué se diferencia un hábito de una adicción
Cuando nos referimos tanto a hábitos como adicciones estamos hablando de comportamientos que en el caso de los hábitos pueden ser beneficiosos o perjudiciales para nuestro organismo mientras que en el caso de las adicciones siempre tienen un efecto dañino para nuestro cuerpo afectándonos bien a nuestra salud física (drogas) o psíquica (adicción al juego).
El hábito se caracteriza por la repetición continuada de un comportamiento hasta que el cerebro lo automatiza o simplemente lo añade dentro de sus rutinas diarias.
Existen hábitos muy beneficiosos como pueden ser el hacer ejercicio con regularidad, lavarnos los dientes después de cada comida o tomar siempre una pieza de fruta tras las comidas.
También hay hábitos menos beneficiosos como pueden ser el comernos las uñas, o tomar siempre de postre un helado. Evidentemente sus consecuencias no son buenas para nosotros pero no nos van a causar un perjuicio que ponga en riesgo nuestra vida a corto plazo o la de las personas que están a nuestro alrededor.
Sin embargo en el caso de las adicciones existe un componente destructivo en el comportamiento que hace que sigamos realizando la acción o actividad adictiva aun a sabiendas de que nos está causando un grave perjuicio y además trasciende a otros ámbitos de nuestra vida.
Características de las adicciones y los hábitos
Una adicción por tanto se caracteriza por su componente autodestructivo e incontrolable por nuestra parte.
En los hábitos nosotros podemos decidir en un determinado momento no llevar a cabo la acción a la que estamos habituados y no pasará absolutamente nada. Por ejemplo si un día comemos fuera de casa no ocurre nada por no poder cepillarnos los dientes después de comer.
El problema aparece cuando esa determinada acción nos controla a nosotros y no somos capaces de interrumpir el consumo o acción determinada cuando nosotros queramos.
Las drogas tienen componentes que causan adicción y la privación del consumo desencadena en nuestro cuerpo un proceso que nos incomoda y obsesiona hasta que le damos de nuevo a éste su dosis para calmar el síndrome de abstinencia.
Existen adicciones que implican comportamientos compulsivos como la adicción al consumo de pornografía o al juego. En este caso es nuestro propio cerebro el que envía órdenes para que realicemos la acción concreta que nos satisfaga aun cuando ello vaya a tener consecuencias nefastas para nosotros como pueden ser gastarnos todo el dinero nuestro y de nuestros familiares, o poner en juego nuestro trabajo o nuestra relación de pareja.
Esperamos haberos ayudado a diferenciar los hábitos de las adicciones y que ello os sirva para reflexionar y manteneros alejados de sustancias perjudicalmente adictivas por el resto de vuestras vidas.
Persona jugando al poker por Santheo.