Todo cuanto somos físicamente, nuestra altura, tendencia a engordar, color de piel, cabello y ojos está determinado por los genes que vienen de nuestros padres. Pero no toda nuestra herencia genética será transmitida a nuestros hijos con igual fuerza.
A continuación te explicamos cuál es la diferencia entre gen dominante y recesivo así como una serie de principios básicos de genética que te harán comprender más fácilmente las interesantes respuestas de la selección natural.
Cuál es la diferencia entre gen dominante y recesivo
Existen unos genes que son dominantes y que tienen más probabilidades de ser transmitidos a nuestros hijos y unos genes recesivos que como su nombre indica, tienden a la recesión, esto es a su desaparición.
Sin entrar en disquisiciones muy teóricas vamos a intentar explicarte por qué sucede esto.
Cuando un nuevo niño viene al mundo, trae consigo unos genes que en su conjunto forman su ADN. Cada uno de los genes del niño tiene dos partes llamadas alelos y que cada una de ellas viene del padre y de la madre.
Qué genes son dominantes y cuales son recesivos
Existen genes o más bien alelos que son dominantes y por lo tanto estos se harán visibles en las características físicas del niño. Por ejemplo, el color marrón de los ojos es dominante y por lo tanto si el padre o la madre tienen los ojos marrones, el niño tendrá muchas más probabilidades de tener los ojos marrones aunque alguno de sus dos padres los tenga verdes o azules. Los genes de los ojos verdes y azules por lo tanto son recesivos.
El alelo recesivo va a formar parte del código genético del niño aunque éste no se haya manifestado exteriormente por lo tanto podría darse el caso que el hijo de una persona con ojos marrones tenga ojos verdes si este gen recesivo se encontraba en el código genético de ambos padres. Es decir los padres, abuelos o muy raramente bisabuelos tenían los ojos verdes aunque los padres no los tuviesen.
Por lo tanto y resumiendo. Los alelos o genes dominantes son los que marcarán características tan importantes como el aspecto físico de nuestros hijos pero también la predisposición a tener algún tipo de enfermedad hereditaria o incluso el nivel de inteligencia o destreza para determinados deportes.
Recreación de un ADN por Prachatai.