Estos dos términos se utilizan en muchos casos de forma indistinta sin embargo existen ciertos matices que hacen más adecuado el uso de uno u otro. A continuación te contamos cuáles son las principales diferencias entre un anejo y un anexo para que puedas utilizarlos correctamente en tus escritos científicos, literarios o periodísticos.
En qué se diferencia un anejo de un anexo
Si nos atenemos a la definición obtenida por la RAE podemos ver como un término aparece dentro de la definición de otro por lo que en gran medida podrían considerarse como sinónimos y la verdad es que esto es cierto en una gran mayoría de los casos.
El significado de anejo o anexo es el de un adjetivo con el que nos referimos a algo que está unido o agregado a otro objeto o persona.
Ambas palabras se utilizan principalmente en dos ámbitos.
Cuando nos referimos a que hay dos cosas unidas dentro del ámbito de la construcción.
Ejemplo: Usted puede encontrar la enfermería en el edificio anejo.
También podemos encontrar estos términos cuando nos referimos a una parte agregada al final de un documento.
Ejemplo: Las imágenes que describen estos hechos las podemos encontrar en la página 342 del anexo de este documento.
Si bien es cierto que la acepción relativa a los edificios o partes de estos sí que admite la utilización prácticamente de manera indistinta de ambos términos, cuando nos referimos a un agregado en un documento divulgativo o de investigación, se suele utilizar con mayor frecuencia la palabra anexo antes que anejo. Prácticamente este sería el único matiz que podríamos destacar como diferencia entre ambos términos.
En cualquier caso la frecuencia de uso de la palabra anexo es mucho mayor que la de anejo y esto ocurre tanto en España como en muchos otros países hispanohablantes como Mexico o Argentina entre otros.