La leucemia y la anemia son dos enfermedades muy distintas, tanto en sus síntomas como en su tratamiento aunque a veces hay personas que pueden confundir ambas o mezclar la sintomatología de una y otra llevando a conclusiones incorrectas y en ocasiones que llegan a alarmar mucho a los interesados.
Para conocer cuáles son las diferencias entre la anemia y la leucemia lo más útil es definir claramente cada una de ellas porque son afecciones con algunas similitudes pero cuyo tratamiento no tiene nada que ver.
En qué se diferencian los síntomas de la anemia y la leucemia
La leucemia es una grave enfermedad de la sangre que se caracteriza por una anormal proliferación de los glóbulos blancos de la sangre lo que hace que el resto de componentes como los glóbulos rojos y las plaquetas no puedan realizar sus funciones con efectividad dando lugar a una serie de síntomas que en ocasiones podrían confundirse con los de la anemia.
Existen al menos 8 tipos de leucemias entre mieloide, linfoide y otras más o menos agresivas e infrecuentes.
Hay algunas que son mucho más frecuentes en niños que en adultos mientras que otras prácticamente no se dan en niños. El tratamiento es diferente en muchas de ellas pero en muchas ocasiones puede incluir la quimioterapia y el trasplante de médula ósea.
La anemia por el contrario conlleva una anormal disminución de los glóbulos rojos en la sangre y no debemos olvidar que estos son los encargados de transportar el oxígeno de nuestros pulmones a los músculos y órganos del cuerpo.
Los músculos necesitan oxígeno para poder suministrar la energía necesaria al cuerpo para moverse y realizar las tareas normales. Al existir ese déficit de oxígeno nos solemos sentir más cansados y fatigados aunque otros síntomas asociados a la anemia son debilidad, color de piel más pálido de lo normal, sensación de mareo, dificultad para respirar y en algunos casos dolores de cabeza e incluso dolor en el pecho.
La anemia más que una enfermedad es un síntoma o conjunto de síntomas que están mostrando una posible dolencia oculta que está dando la cara a través de una anemia y que pueden ser de mayor o menor gravedad.
Por ejemplo, si no consumimos los nutrientes necesarios para un correcto funcionamiento de nuestro organismo se puede producir una anemia y la solución sería tan fácil como cambiar algunas pautas de nuestra alimentación.
En los casos más graves la anemia puede deberse a hemorragias internas que pueden denotar algún tipo de lesión en el sistema digestivo como pólipos en el duodeno o en el intestino.
Síntomas y tratamiento de la leucemia
La leucemia comparte con la anemia algún de los síntomas como la debilidad, mareos, dolor en el pecho y el cansancio pero además puede aparecer fiebre, pérdida de peso e inflamación de los ganglios linfáticos.
Esta similitud de síntomas se debe a que en la leucemia la proliferación de los glóbulos blancos limita el desarrollo de los glóbulos rojos dando lugar a una sintomatología parecida a la de la leucemia pero por diferentes causas.
En cualquier caso si notas algunos de estos síntomas te recomendamos que acudas a un médico que te prescribirá una serie de análisis de sangre y otras pruebas con las que podrá darte un diagnóstico más certero.