Tanto el anarquismo como el comunismo comparten algunos puntos en común dentro de su ideología pero existen importantes diferencias que a continuación analizaremos para que puedas distinguirlos así como para que puedas decidir con cuál de estas ideologías políticas te encuentras más identificado.
En qué se diferencian el comunismo y el anarquismo
Ambas ideologías se pueden considerar como de izquierdas puesto que basan sus premisas en la opresión que sufren los trabajadores o proletariado por parte de aquellos que ostentan el capital y que constituyen la oligarquía poderosa.
En ambos casos el objetivo es derribar el sistema capitalista para conseguir una sociedad más justa e igualitaria basada en una economía planificada desde el estado.
Las principales diferencias entre el anarquismo y el comunismo o socialismo estriban en la hoja de ruta o la manera en conseguir llegar al objetivo de acabar con el capitalismo.
En el caso del comunismo piensan que es a través de la creación de partidos políticos legales como se puede entrar en la esfera del poder estatal y una vez allí hacer cambios progresivamente que configuren un estado comunista.
El anarquismo por el contrario niega la legitimidad de ningún tipo de partido político. No quieren participar en el juego de poderes por la vía constitucional sino que admiten una postura mucho más beligerante.
Para conseguir sus objetivos deben movilizar a la masa obrera y el instrumento de conexión entre todos los trabajadores son los sindicatos.
Beligerancia del anarquismo frente al comunismo
El ideario anarquista es mucho más de confrontación que el comunismo, dando legitimidad a la violencia e incluso a los atentados como herramienta de lucha.
La ideología anarquista tiene unas premisas de muy difícil cabida en un estado constitucional actual.
Otras de las diferencias estriban en el modelo de gobierno pretendido por unos y otros. El comunismo es partidario de alcanzar el poder en las urnas y desde allí aprovechar las estructuras del estado para organizar la economía de una manera planificada y estatalizada.
El anarquismo por el contrario no cree en un gobierno unificado que dirija la economía sino que ésta se organizaría a través de comunas de trabajadores que toman las decisiones a través de asambleas en las que todos los miembros de la comunidad tienen derecho a opinar y decidir.
Estas comunas requerirían de una organización para determinados temas que se conseguiría a través de federaciones regionales o estatales.
Si el comunismo se ha revelado difícil de implantar y mantener en una economía globalizada como la actual, en el caso del anarquismo estas dificultades serían insalvables para que una determinada región, país o comunidad de personas más o menos grande pudiesen salir adelante en un entorno económico y social como el actual, al menos manteniendo los actuales niveles de confort y servicios públicos.