Tanto la amnesia como el Alzheimer son patologías que afectan a la memoria de las personas y que aunque tienen elementos comunes se trata de enfermedades muy distintas tanto en sus causas como en su desenlace. A continuación analizaremos cuál es la diferencia entre la amnesia y el alzheimer.
En qué se diferencia una amnesia de la enfermedad de Alzheimer
La principal diferencia entre la amnesia y el Alzheimer consiste en que la amnesia es una patología que puede llegar a ser temporal y solo implica la incapacidad para recordar una serie de sucesos mientras que el Alzheimer es una enfermedad muy grave que tiene muchísimas más implicaciones que la simple pérdida de memoria y que irremediablemente acaba con la muerte del paciente.
Causas de la amnesia y del Alzheimer
Las causas de la amnesia pueden ser muy variadas, desde un traumatismo hasta un consumo exagerado de alcohol o drogas. La persona es incapaz de recordar lo que ocurrió después del hecho que motivó la amnesia y que pudiera ser también originada por la inmersión repentina en agua demasiado fía o caliente, o un esfuerzo físico desmesurado.
La amnesia más frecuente es la amnesia global transitoria aunque existen otros tipos de amnesia como la anterógrada y la retrógrada.
Se desconocen exactamente cuáles son las causas que desencadenan el Alzheimer aunque sí que se ha podido identificar un cierto componente hereditario y también ciertas conductas o patologías que pudieran condicionar unas mayores probabilidades de desarrollar Alzheimer en un futuro.
La amnesia puede darse en cualquier episodio de la vida aunque lo normal es que sus episodios tengan lugar en la edad adulta y sobre todo a partir de los 50 años mientras que el Alzheimer suele aparecer a partir de los 65 años y la cantidad de enfermos aquejados por esta enfermedad aumentan exponencialmente con la edad sobre todo a partir de los 80 años.
Como diferenciar la amnesia del Alzheimer
A menudo hay personas preocupadas porque puedan empezar a notar síntomas de Alzheimer. Las pérdidas de memoria son síntomas iniciales pero también pueden ir acompañados de problemas para orientarnos así como cambios bruscos en la personalidad y el estado de ánimo.
Con frecuencia los enfermos se empiezan a notar con una pérdida de energía y presentan dificultades para comunicarse con otras personas. En el caso de que pienses que puedes padecer esta enfermedad te recomendamos que vayas a un neurólogo para que determine si tus sospechas tienen algún fundamento o si simplemente estamos somatizando síntomas que hemos visto en algún familiar de edad avanzada.