Tanto cuando nos referimos a la seguridad de un país entero como a la seguridad personal o de una comunidad determinada, se suele utilizar los términos riesgo y amenaza para designar un mismo tipo de contingencias, sin embargo no se puede considerar lo mismo un riesgo que una amenazan. A continuación intentaremos analizar en qué se diferencia el riesgo de la amenaza en diversos contextos y situaciones.
En qué se diferencia el riesgo de la amenaza
Si nos remitimos a la definición puramente encontramos que la real academia de la lengua considera el riesgo como la contingencia o proximidad a un daño mientras que amenaza es algo malo o dañino que puede suceder con cierta inminencia.
Cuando hablamos de riesgo se entiende que puede existir una cierta oportunidad, un cierto beneficio futuro de una determinada acción que a su vez puede salir mal y que tengan lugar las consecuencias negativas que implicaban el riesgo.
Un ejemplo de riesgo lo tenemos ante cualquier inversión. Por lo general a mayor expectativa de rendimiento de la inversión mayor será también el riesgo de pérdida que deberemos asumir.
“Sin riesgo no hay progreso”. Los grandes avances en todos los ámbitos generalmente se dan cuando alguien se arriesga y hace algo que nadie ha hecho anteriormente lo cual puede procurar inmensos beneficios pero a su vez inciertas pérdidas.
Sin embargo la amenaza implica un daño que puede ser infligido si realizamos unas determinadas acciones que generalmente están bajo nuestro control. Es decir, mientras que en el riesgo existe un cierto componente de aleatoriedad o suerte que puede dar lugar a unas consecuencias negativas, en el caso de la amenaza se elimina en gran parte el efecto del azar en la consecuencia puesto que la amenaza supone una advertencia que puede tener lugar si realizamos una acción.
La principal diferencia entre amenaza y riesgo consiste en que en el riesgo existe una cierta probabilidad determinada por el azar mientras que la amenaza es una advertencia sobre las consecuencias que puede tener una acción concreta.
Por ejemplo las personas que viven en California están asumiendo el riesgo de las consecuencias negativas de un posible terremoto en la zona. Por otro lado las personas que viven en zona de guerra también están asumiendo un riesgo pero en este caso este riesgo es proveniente de una amenaza que viene determinada por los principales actores intervinientes en el conflicto armado.