Con frecuencia utilizamos los términos amar y querer indistintamente. Cuando queremos expresarle nuestro amor a nuestra pareja solemos decir “te quiero” y en menor medida “te amo”. Este hecho es porque la expresión “te amo” suena a culebrón de media tarde o simplemente porque existen diferencias entre amar y querer que la gente conoce y utiliza con conocimiento de causa. A continuación intentaremos hacer luz sobre este tema.
Diferencia entre te amo y te quiero
En realidad amar y querer son cosas distintas. Una de las mejores descripciones de las diferencias entre amar y querer es la encontramos en El Principito de Antoine de Saint Exupery.
Allí, en una espectacular conversación entre el Principito y la Rosa, el primero le dice que querer es pretender poseer algo o a alguien, adueñarnos de alguien que en teoría nos complemente.
Cuando queremos algo tenemos un sentimiento de apego y por lo tanto si nos privan de ello sufriremos porque nos están desposeyendo de algo que consideramos como nuestro.
Sin embargo amar es un sentimiento de entrega sin esperar nada a cambio, de una manera incondicional. Respetar sus decisiones y seguir amando a esa persona. Para amar es necesario conocer a esa persona, cuáles son sus virtudes y también sus defectos, aceptarla tal como es y estar a su lado cuando nos necesite realmente.
Uso de los término amar y querer en la actualidad
La realidad actual es que se hace un uso inadecuado en muchas ocasiones de los términos amar y querer.
Cuando unos amantes se dicen «te amo» al oído, en muchas ocasiones deberían haber dicho te quiero, porque en realidad lo que sienten es esa sensación de posesión y apego, y en muchas ocasiones basta que haya una riña importante entre ellos para que ese sentimiento de amor se torne en indiferencia u odio.
El amor verdadero quiere lo mejor para el otro incondicionalmente por lo que es difícil encontrar a alguien como pareja en el que ese sentimiento sea real y mutuo, sin embargo sí que se puede sentir amor por un hijo o por una madre o padre con más facilidad.
En la mayoría de los casos usamos ambos términos indistintamente porque desconocemos las diferencias entre uno y otro. Si queremos usar esos términos correctamente nos deberíamos plantear la siguiente pregunta.
¿La seguiría amando aún en el caso de que me rechazase? Si la respuesta es un sí, entonces deberíamos utilizar te amo. En caso contrario quizás fuese más correcto declarar un “te quiero”.
Pareja de la mano por Johnny Lai.