La creciente demanda de productos agrícolas bien sea para alimentar a la población o para alimentar al ganado del que luego se obtiene la carne que consumimos, ha obligado a hacer más productivas las explotaciones agrícolas.
Aquí te mostramos cuál es la principal diferencia entre la agricultura intensiva y la extensiva así como cuáles son las características principales de cada una de ellas.
En qué se diferencia la agricultura intensiva de la agricultura extensiva
La principal diferencia entre la agricultura intensiva y extensiva consiste en que la extensiva es la forma tradicional de cultivar la tierra mientras que gracias a la utilización de pesticidas, fertilizantes, maquinaria y sistemas de riego se ha conseguido incrementar exponencialmente la producción de vegetales por hectárea. Este tipo de agricultura más eficiente es lo que se considera agricultura intensiva.
En la agricultura intensiva el principal objetivo es obtener el mayor rendimiento posible de la tierra y para ello se vale de todos esos instrumentos comentados anteriormente. Gracias a esta tecnología se consiguen obtener dos cosechas al año y además cada hectárea produce mayor cantidad de producto puesto que la maquinaria, los pesticidas y fertilizantes hacen que los vegetales crezcan libres de plagas y en mayor cantidad gracias a la selección de semillas y los sistemas de riego automatizados.
Ventajas y desventajas de la agricultura intensiva
A priori, un mejor rendimiento de las cosechas solo presentaría aspectos positivos puesto que se puede alimentar a más personas o animales con menores recursos.
Por lo tanto entre las ventajas de la agricultura intensiva tenemos la mayor productividad por hectárea, y un menor precio de los productos agrícolas que a su vez repercute en un menor precio de la carne al poder ser alimentado el ganado con un menor coste.
Este descenso de precios permite que los estratos más pobres de la población también tengan acceso a alimentos que hace unas décadas, con la agricultura extensiva, estaban reservados a los más ricos.
Como desventajas podemos reseñar que este tipo de agricultura está pensada para amplias extensiones de terreno puesto que la maquinaria a veces es difícil de ser utilizada en pequeñas explotaciones.
Además los sistemas de agricultura intensiva suponen una inversión en maquinaria, sistemas de riego automatizado, semillas y pesticidas que un pequeño agricultor no se puede permitir.
Normalmente suelen utilizarse amplias extensiones e incluso comarcas enteras dedicadas a un único producto lo cual va en detrimento de la biodiversidad. Además el uso intensivo de pesticidas y fertilizantes ayudan a que los cultivos produzcan más pero pueden tener un efecto pernicioso en los alimentos o en la tierra a largo plazo.
Esperamos haberos ayudado a conocer cuáles son las diferencias entre estos dos tipos de agricultura, intensiva y extensiva, que conviven en todo el planeta pero que cada vez se va inclinando más la balanza hacia la agricultura intensiva en prácticamente todo el planeta.
Campos de maiz por Tyler Allen.