Estos dos términos hacen referencia al acto cometido por una persona que daña a otra y este daño puede ser físico, o psíquico. Sin embargo existen una serie de factores que marcan la diferencia entre la agresión y la violencia y que a continuación trataremos de aclarar.
En qué se diferencia una agresión de la violencia
La principal diferencia entre agresión y violencia consiste en que mientras que la agresión responde a una reacción natural que responde al instinto de supervivencia de las personas, la violencia supone un daño hacia otras personas con premeditación y como una reacción independiente del instinto de supervivencia.
La agresión podría resultar justificada en algunos casos mientras que la violencia siempre debe ser censurada y condenada en las instancias que procedan.
Por lo tanto un factor clave diferenciador es la intencionalidad de dañar. Esa intencionalidad se da siempre en la violencia y además el daño infligido es realizado generalmente para la consecución de un objetivo previamente meditado.
Reacciones agresivas y violentas
Podemos encontrar reacciones agresivas en muchas especies de animales mientras que el comportamiento violento es privativo del género humano.
Por lo tanto podemos hablar de que tanto la agresión como la violencia pueden dañar o herir físicamente a otra persona y en casos extremos llegar incluso a matarla, pero también existe un daño psicológico que puede provenir de una amenaza o un insulto por ejemplo.
Mientras que la violencia física es relativamente fácil de comprobar puesto que en muchas ocasiones deja huellas como heridas, moretones u otro tipo de signos físicos en el cuerpo, la violencia psicológica es mucho más difícil de demostrar.
Existen muchas formas de ejercer la violencia psicológica. Cuando estos actos de violencia psicológica se producen de forma continuada degradando la dignidad de la persona, minusvalorándola y dañándola moralmente podemos hablar entonces de maltrato psicológico que está tipificado como delito en la mayor parte de los ordenamientos jurídicos internacionales.
Existen algunos casos en los que un acto violento es justificable puesto que se trata de un acto que trata de impedir un daño mayor y para ello necesitamos realizar un acto violento. Como ejemplo podríamos dar el empujón que se debe propinar a una persona para librarla de un atropello.
Estatua que refleja un acto de violencia o agresividad por Jozef Racek.