Muchas personas piensan que actitud y comportamiento es lo mismo, sin embargo existen amplias diferencias conceptuales entre ambos conceptos que pasaremos a analizar desde el punto de vista del desarrollo personal y la consecución de objetivos.
La diferencia entre actitud y comportamiento consiste en que la actitud está formada por un conjunto de creencias u opiniones acerca de algo o alguien, mientras que el comportamiento es el conjunto de acciones que llevamos a cabo y que viene condicionado por múltiples factores, uno de los cuales es la actitud.
El comportamiento no viene definido al 100% por la actitud puesto que podemos tener un sistema de creencias y valores muy fuerte y definido pero luego las opiniones de los demás, el qué dirán, o el sistema de convenciones sociales establecido puede tener mayor influencia y determinar que el comportamiento no sea acorde a la actitud.
De hecho se ha podido comprobar que es el comportamiento de las personas, lo que estamos acostumbrados a hacer, lo que va modificando poco a poco nuestro sistema de creencias y actitudes.
Por lo tanto, si queremos cambiar algo importante en nuestra vida, y encauzarnos hacia la consecución de unos objetivos es importante modificar nuestra actitud pero de nada servirá si no comenzamos con pequeños cambios en el comportamiento que refuercen ese cambio en la actitud y nos motive a continuar.
En que se diferencia la actitud del comportamiento
Dentro de otras muchas clasificaciones podemos dividir las actitudes en proactivas y reactivas. La mayoría de las personas tienen una actitud reactiva, esto es, esperan a que algo suceda, a que alguien les dé una orden o que ocurra un suceso que les obligue a actuar y a tomar un determinado comportamiento.
Sin embargo, lo que resulte realmente beneficioso y puede producir un cambio real en tu vida es tener una actitud proactiva. Las personas proactivas no esperan a que surjan las oportunidades sino que van en su busca.
Tener una actitud proactiva significa no resignarse, marcarse un objetivo y hacer lo posible para conseguirlo, poner los medios a nuestro alcance y no esperar que alguien nos marque nuestro camino sino ser nosotros los que busquemos la información necesaria que nos haga tomar las decisiones que creamos más correctas para ponernos rumbo a nuestras metas.
La actitud proactiva es la que va a dar lugar a modificaciones en nuestro comportamiento. Una actitud reactiva no da lugar a cambios en el comportamiento, todo lo contrario, va a mantenernos con el mismo comportamiento hasta que las circunstancias nos obliguen a modificarlo.
Tener una actitud proactiva es fundamental para avanzar. Imagen por Pablo Torres.